sábado, 18 de abril de 2009

Abandonarlo todo



Hay días en que uno lo dejaría todo, aunque luego no deja nada, por más que las circunstancias le inviten. Resulta muy dificil gobernar cuando desayunas con titulares que anuncian la quiebra de la Seguridad Social y la desidia de la Policía Nacional en la lucha contra ETA. Si, además, los autores de estas noticias son de tu propio equipo, la situación se vuelve aún más amarga. Se diría que todo esto es como despertarse y descubrir que te has cagado en la cama. El caso es que transcurridas dos semanas desde la última crisis de gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero se enfrenta a dos serios problemas que afectan a la economía y a la seguridad españolas. Por el momento, ha mantenido un silencio escrupuloso. Sin embargo, todos los demás han hablado.

MAFO
Miguel Ángel Fernández Ordóñez, Gobernador del Banco de España, auguraba ante los diputados del Congreso, en la ronda de encuentros del Pacto de Toledo, la quiebra de la tesorería de la Seguridad Social al cabo de este año, al tiempo que proponía retrasar la edad de jubilación dos años más, como medida que evitase el fatum de nuestra economía.
Los periodistas suelen llamar a Fernández Ordóñez MAFO, lo que no deja de ser un modo muy original de decirle gafe. Después de escuchar sus pronósticos creemos que el alias tiene mucho sentido. Desde que Solbes abandonó el gobierno, el Gobernador del Banco de España no sabe qué hacer, de modo que ha decidido ir por libre, metiéndole el canguelo al personal y provocando el mal fario. Qué se jodan, habrá pensado. Pues a joderse.
A pesar de los malos pronósticos de MAFO, el diario Público analizaba el estado de las cuentas de las Seguridad Social e indicaba que la pasta de los cotizantes está garantizada, al menos, hasta el 2023, tiempo suficiente para llevar a cabo más reformas que pondrán a buen recaudo las jubilaciones del futuro.
Pero como decíamos más arriba, aunque ZP no ha hablado, sí lo han hecho todos los demás. La primera respuesta a las declaraciones del Gobernador del Banco de España salieron del ministro de Trabajo José Corbacho, quien aseguró que hay 53.000 millones de euros que garantizan la estabilidad de la Seguridad Social. Por su parte, los sindicatos respaldaron a Corbacho y a Zapatero. Cándido Méndez, secretario general de la UGT, aconsejó a MAFO que se dejara de alarmismos e Ignacio Fernández Toxo, secretario de CCOO indicó, mucho más irónico que "con amigos como éste, para qué tener enemigos".
Efectivamente, el manda del Banco de España es propuesto por el Presidente del Gobierno y es evidente que ambos no tienen la misma percepción del devenir económico del país. Como indicábamos antes, desde que Solbes abandonó el ministerio, MAFO es un verso libre. Todos sabemos como se resuelven las discrepancias en este tipo de casos. De seguir en esta línea, lo más probable es que haya nuevo gobernador en el Banco de España en poco tiempo.

Pumpido y Garzón
Por si esto fuera poco, el Fiscal General del Estado Cándido Conde Pumpido denunciaba el jueves, en un desayuno junto a varios periodistas, la escasa colaboración del Cuerpo Nacional de Policía en la lucha contra ETA y su entorno, sin que ninguno de los allí presentes le hubiera preguntado por este asunto. "Los informes sobre ETA no me llegan a mí, si no al juez instructor de la Audiencia Nacional", aseguró entonces. Horas después, se vio obligado a rectificar, tras ser llamado a consulta por el ministro del Interior Alfredo Pérez Rubalcaba.
La relación que mantiene Cándido Conde Pumpido con el juez de la Audiencia Nacional Baltasar Garzón no es todo lo fluida que debiera. Conde Pumpido padece una especie de celo del juez que destapó la trama de corrupción en Madrid y Valencia, en la que están imputados varios cargos del Partido Popular, entre ellos el tesorero nacional, hombre de confianza de Mariano Rajoy. El lector que haya seguido ambas causas se habrá alarmado por el escaso apoyo que ha recibido Garzón de la Fiscalía General a la hora de llevar el asunto hasta el Supremo. A este caso habrá que sumarle ahora las críticas al Cuerpo Nacional de Policía que, veladamente, están dirigidas al juez instructor.
El caso es que los cuatro sindicatos de la Policía Nacional se han querellado contra Conde Pumpido y en una nota de prensa han declarado que las críticas del Fiscal Jefe son las mas temerarias e injustas que ha recibido el cuerpo en toda su historia. Dicho esto, se anuncia una guerra por parte de la institución que, presumiblemente, acabará con el cese del fiscal.

ULTIMA HORA
Radio Nacional informaba hace una hora de la detención en el sur de Francia del número uno de la cúpula de ETA Jurdan Martitegi, junto a otros dos miembros de la banda. Martitegi pertenecía al último comando Vizcaya. La operación ha sido desarrollada entre la gendarmería francesa y el Cuerpo Nacional de la Policía. Curiosamente, Baltasar Garzón ha sido el encargado de dirigir a las fuerzas de seguridad españolas y ahora llevará a cabo su judialización.

Una mala semana.
Estos dos asuntos han ocupado los títulares de la semana y ponen en evidencia que la crisis de gobierno no ha tenido los resultados que José Luis Rodríguez Zapatero había deseado. Las filtraciones de los nuevos ministros en el diario El País eclipsaron su primer encuentro con Barack Obama en la cumbre de Londres. Después llegaron las críticas a los nuevos cargos ministeriales, entre ellos, a Ángeles González Sinde, ministra de Cultura, que apoyó anteriormente a la SGAE en su lucha contra la piratería y las descargas gratuitas. Más tarde, Corbacho confirmó que 300.000 parados han dejado de cobrar el subsidio de desempleo, al tiempo que invitaba a las comunidades autónomas a participar en el gasto social. Después, después todo lo demás, las ganas de abandonarse y mandarlo todo a la mierda. Hacer de todo, absolutamente nada. Una solución que no es solución. Una solución cobarde que es, por otra parte, la filosofía del superviviente.

Figuras: Una pareja feliz


Venía barnizado con la pana honesta sobre la chaqueta, con un alo revolucionario que realmente no tenía y un pesar de príncipe doliente que llevaría a España al socialismo. Cuando se van a cumplir 27 años de aquel triunfo electoral que dio al PSOE la mayoría absoluta, hoy recapitulamos el perfil hipnótico, gitano, oriental y cortisonado de Felipe González Márquez.
No había muerto Franco todavía cuando Felipe se paseaba con su escolta mora por un Madrid que preparaba alegremente su luto. Las palomas ya eran de izquierdas y la luna enseñaba su herida más bella a los generales. La política hablaba alemán en las esquinas profundas y vertiginosas de sus cuarteles mientras Felipe González y Alfonso Guerra, una pareja feliz, principiaban un nuevo socialismo que pretendía el abrazo entre la banca y los sindicatos.
Alfonso Guerra tenía el estigma del eterno segundón. Venía de Fernando de los Ríos y toda la poesía del 27 junto a Machado, el único tipo que hasta ahora no le ha mentido. Felipe era la praxis y el poder mientras Alfonso embarnecía su figura insolente y quevedesca con insultos y metáforas que devolvían a la política española ese tono castizo y tabernero que reverbera en Madrid desde el 2 de mayo.
Trajeron un socialismo capitalista y una especulación de izquierdas que seguía siendo de derechas. Trajeron revolución de diseño, el progreso de las divisas, la vanguardia de los tecnócratas y la bendición de Europa con las gotas plateadas que emanaban del Banco Europeo. Sin lugar a dudas, Felipe González ha sido el presidente más importante que ha tenido España desde la Guerra Civil. José Luis Rodríguez Zapatero sólo podrá eclipsar al gitano de verde luna si consigue superar una crisis emanada de la cólera de un dios. Mientras tanto, nos queda saber si el socialismo de Felipe González fue ver crecer los bonsáis, mientras esperaba la muerte de su propio hermano.